Miro el cielo,
celeste, ya cayendo
sólo una mancha blanca parece iluminarlo
y una ausencia en este día
que me deja escondida
un nombre repite mi mente
es que no puedo dejar de verte
un hombre, entre tanta gente
que intentó recorrerme
un recorrido que escriben mis manos.
Un escrito que leen mis labios.
Miro al cielo y ya puedo verte
tu corazón
no puede esconderse.